Proceso
Para realizar un caviarllage, podemos empezar por usar una página cualquiera de un libro (preferiblemente una novela sin imágenes). Suelen usarse libros en mal estado, desencuadernados, descatalogados, rotos o con algún desperfecto. De esta manera, podremos darle una “nueva vida” de una forma creativa. Comenzamos a leer la página y veremos que hay ciertas palabras que nos llaman la atención de una forma particular, en este paso influirá nuestro estado de ánimo, disposición o actitud en ese preciso momento. Podemos probar a hacer pequeñas composiciones, no es necesario que haya rima, simplemente que tenga un sentido especial para nosotros. Después, seleccionamos aquellas palabras que nos han resultado interesantes y buscamos la forma de resaltarlas, uniéndolas de una forma lógica a nivel gramatical, ocultando el resto del texto para que no interfiera en el significado, y acompañándolas de una imagen creativa, en este caso usando la técnica del collage.
Origen
El caviarllage (caviardage + collage) es una idea surgida de un método muy original de escritura creativa que cualquiera puede realizar fácilmente. Para entender este proceso debemos partir del concepto Caviardage (que deriva del francés caviar). Este procedimiento tiene su origen en la supresión en algunos escritos y documentos de partes o pasajes que se consideraban inmorales por la censura, suprimiéndose a través de tachaduras o borraduras en negro. Así pues, podríamos traducir el concepto de caviardage, como “ennegrecimiento”, ya que se hace referencia al color negro del caviar. Esta práctica era común en Rusia durante el período zarista. El zar Nicolás I censuró multitud de publicaciones contrarias a las ideas oficiales del régimen, tachando con tinta negra aquellas partes que no iban en la línea de sus políticas e ideales.
El método fue creado y difundido en Italia por Tina Festa, una maestra de Educación Primaria que ha investigado y profundizado en el hecho de llevar el mundo del arte al aula en todos sus niveles, incluyendo diversas técnicas de escritura creativa (como esta que nos ocupa) que ayudan al alumnado a superar el temido bloqueo de la página en blanco; usando para ello libros desechados, prensa, revistas, e incluso textos en formato digital.